Día 1.- SÁBADO
Llegada y recepción de los participantes. Poco a poco nos iremos acomodando en el complejo de apartamentos, que se han cerrado en exclusiva para nosotros (para que nos sintamos realmente como en casa). Encuentro a las 21:00 hrs. en la puerta del complejo para dirigirnos a la cena de bienvenida que tendrá lugar en el Gran Casino de Lanzarote. Tras la espectacular cena y empezar a conocernos mejor, nuestro guía acompañante nos llevará a un chillout con vistas al mar donde el que quiera podrá tomar una copa y bailar hasta que el cuerpo aguante ¡empieza lo bueno!



Día 2.- DOMINGO
Desayuno. Excursión de medio día al mercadillo de Teguise. Hoy podremos visitar a nuestro aire el mercadillo más famoso de toda la isla y comprar recuerdos de nuestra estancia (¡especias para hacer mojo picón!) o los regalos artesanales que nos faltan. Vuelta al complejo a las 14:00 hrs. (sin comida)



Día 3.- LUNES
Desayuno temprano. Sobre las 08:45 h. recogida en Recepción e inicio de la excursión dirigiéndonos hacia el pueblo de Teguise, antigua capital de la isla, donde haremos una parada para admirar su iglesia, sus callejuelas adoquinadas, y la sensación de trasladarnos a una antigua villa tradicional. Posteriormente, y atravesando los pueblos de los Valles, nos dirigimos hacia la localidad de Haria, donde observaremos una maravillosa vista de un hermoso palmeral, conocido por el Valle de las Mil Palmeras. Continuando por los pueblos de Maguez y Ye, llegaremos al Mirador del Río, escarpado en el Risco de Famara, donde podremos contemplar una vista de la isla de La Graciosa y del "rió" que la divide de Lanzarote, así como poder admirar el resto del Archipiélago Chinijo desde una perspectiva espectacular. Desde allí, nos dirigiremos, bordeando el Volcán de la Corona y el Malpais de la Corona, hacia la Cueva de los Verdes y los Jameos del Agua, dos cuevas de indudable belleza y que recogen un paisaje indescriptible totalmente diferente, formadas por las erupciones volcánicas. Comida en ruta. Regreso a los alojamientos por los pueblos de Mala y Guatiza, admirando las plantaciones de tuneras que dan albergue a la cochinilla, usada como tinte natural.